Cesión del Museo de la Electricidad |
En una central fotovoltaica como la representada en la figura se pueden distinguir cuatro partes: captación solar (paneles solares), unidad de monitorización, sala de potencia y centro de transformación.
El elemento fundamental de una central fotovoltaica es el conjunto de las células fotovoltaicas. Éstas, integradas primero en módulos y luego en paneles, captan la energía solar, transformándola e corriente eléctrica continua mediante el efecto fotoeléctrico. Lógicamente, la producción de dichas células depende de las condiciones meteorológicas -fundamentalmente, de la insolación-, por lo que dichas condiciones son controladas a través del análisis de las medidas que se toman en una torre meteorológica.
La energía eléctrica circula por la red de transporte en forma de corriente alterna, Por ello, la corriente generada en los paneles solares es conducida a la sala de potencia, donde la corriente continua que se recibe en el armario de continua es convertida en corriente alterna por medio de unos inversores y después recogida en el armario de alterna.
Una vez convertida a corriente alterna, la energía eléctrica producida pasa por un centro de transformación donde un transformador adapta las condiciones de intensidad y tensión de la corriente a las de la red de transporte. En este centro de transformación, se encuentran también las cabinas CGM (celdas gas modular), donde se ubican distintos elementos, como interruptores, seccionadores, fusibles, etc...
Todo el proceso de la central se analiza y vigila desde la sala de control de la unidad de monitorización, en la que se recibe información de los distintos puntos de la instalación: torre meteorológica, inversores, armarios de continua y alterna, centro de transformación, etc.
1 comentarios:
gracias.
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